viernes, 29 de mayo de 2009

LA LEY DEL TALIÓN


Hoy me han llamado nariguda. Me he reido. Porque lo soy y por quién me ha profesado tal piropo. Mi amante y yo nos hemos reido. Mucho. Es lo que tiene el amor, la risa. Eso y la fidelidad, la pasión, el respeto, la comprensión... Y muchas cosas más. Hoy he vuelto a corroborar eso del perro del hortelano, y siento decir que me encanta. Porque encontrar de rebote al hombre más maravilloso del mundo me ha enseñado que es normal el sentimiento de la envidia. Es lógico volver a desear lo que has tenido, después de darte cuenta que es lo mejor. Como dijo la más grande: " ahora es tarde señora, ahora nadie puede apartarlo de míííííí".
Yo soy más inteligente, y no opero.
Al fín y al cabo era de esperar una reacción así. No me enfada, me hace sonreir. Fijate que no pensé que fuera a provocarme nada bueno pero, sorpresa!!!!
No es nada nuevo. Tengo una gran nariz y una gran personalidad, pero sobretodo, tengo un gran marido: el mejor. Y eso tengo que agradecérselo. Así que, desde aquí, si alguien se lo puede hacer llegar, esta mujer a una nariz pegada te da las gracias. Thank you, so muuch!!!!.
Como en los Oscars.

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