Realmente no puedo empezar este post sin pedir disculpas, sobretodo a mí misma por estos meses de apatía, de desconcierto, de oscuridad. Por estos largos meses de invierno, hibernando mi parte coqueta, femenina, sensual y todos esos miles de adjetivos que somos las mujeres, al fín y al cabo y para resumir, mi parte sexy.
Y ahora que estoy releyendo, debo corregirme, ya, tan pronto, y decir que las disculpas van para mi marido el primero. Gran hombre, más que eso, Santo Job diría yo.
Sólo saqué de mi letargo este cuerpecito para mi cita con París, como cada temporada, pero ni siquiera aquello desveló mi conciencia.
El caso es que este embarazo,que me ha sentado francamente mal, y la meteorología, me han jugado una súper mala pasada.
Después de esta introducción, que se me antoja como un desahogo brutal, os cuento que la cigüeña me dejará de regalo una hembra, que llevará por nombre Valentina. Y os juro que estoy eufórica, aunque no se me note absolutamente NADA. La verdad es que mi hijo muestra más interés por su hermana, y es que yo me lo como, porque no es porque sea mi hijo, pero mi hijo es MUY GUAPO, vamos, que le duele la cara. No puede negar que se parece a su padre.
El caso es que, entregada de lleno a los quehaceres domésticos, me encuentro preparando lo que será el armario de mi hija, y la verdad es que el armario promete!!!!!
Ahora empiezo a creer que vaya a ser mamá de una bebé preciosa, que llevará batones y capotas y que cuando cumpla los 18 me pedirá mis Laboutin......... ( Creo que por ahí no voy a pasar). Es como si cada vez que planchara algún faldón o sucedáneo, la maravillosa realidad que me espera me diera una bofetada. Y me encanta este trabajo que hago ahora, me encanta!
Porque no hay nada más bonito que hacer algo por amor, y después, porque siento que tengo una vida tan maravillosa... que me da miedo.
Quiero dar las gracias a Pilar, Ana y a Yolanda por prestarme para Val la ropa más preciosa, que ya han usado sus niñas, y además hacerlo con tanto cariño y tan de corazón.
También a mi hijo, BB, por repetirme cada vez que me ve con vestido y el pelo suelto lo guapa que estoy, aunque yo sé que estoy MUY CRIMINAL. Mi hijo me quiere, amor incondicional.
Y a mi amor, decirte cariño, que te quiero cada día más, por cada pequeño detalle, porque cada día a tu lado es maravilloso y porque quiero que sepas que TODO lo que tengo en la vida me lo has dado tú, menos mi familia, a la que quieres y cuidas como si fuera la tuya, cada cosa preciosa que poseo, ya sea material o no, me la has relagado tú, y por eso, me debo a tí para siempre, en cuerpo y alma. LO SIENTO DE VERDAD, todos estos meses que he sido tan fea.
Y así estoy, de este sensible y este tonto, llorando cuando veo los anuncios del día de la madre, es lo que tiene estar preñada, sensibilidad, kilos, manchas, retención de líquidos...Pero lo más importante, dar vida.
Por eso, mamá, ahora que ya te comprendo tanto por tantas cosas, ahora que sé valorarte como debería haber hecho desde que nací, ahora que sé lo importante y lo imprescindible que eres para mí, MUCHAS FELICIDADES, cada uno de los días del año, cada minuto, cada segundo. Felicidades por ser para Estefanía y para mí la mejor madre del mundo, y cuidarme, a mí y a mi familia, a pesar de mis 33 años, y mis casi dos hijos. Gracias por sacarnos de tantos apuros, papá y tú, y por haber echado fuerzas a la vida cuando hizo falta para no dejarnos solas.
Aunque nunca te lo diga, TE QUIERO con toda mi alma y todo mi corazón, y solo puedo decirte que ojalá mis hijos me quieran la mitad porque yo pueda darles la mitad de lo que tú me has dado a mí.
Perdona por no haber estado a la altura y un millón de gracias siempre por todo.
Bueno y a todas las madres del mundo, porque os comprendo tanto.......
Feliz día para todas.
